La DPO: ¿elemento motivador o penalizador?

La dirección por objetivos (DPO) es un enfoque adoptado por los gerentes para controlar a sus empleados mediante la implementación de una serie de objetivos concretos, que tanto el empleado como la organización pretenden lograr en el futuro inmediato y trabajar en consecuencia para lograrlo.

Los objetivos son logros claros y entendibles, específicos y concretos, compartidos, difíciles pero alcanzables y medibles que se pretenden conseguir en un periodo de tiempo determinado por una persona o grupo de personas a los que su consecución debe provocar una motivación.

De esta misma definición se desprenden los tipos de objetivos, ya que existen objetivos que solo conciernen a una persona o que pueden concernir a un grupo de personas. Así, existen tres tipos de objetivos: los objetivos individuales, los objetivos de área y los objetivos corporativos. (1)

Los elementos clave de la dirección por objetivos son:

  • Objetivos claros, concisos y debidamente comunicados.
  • Participación en el proceso de establecimiento de los objetivos de las personas de quienes se espera que se impliquen en los esfuerzos que se realizarán para lograr su consecución.
  • Evaluación de las actuaciones y resultados en lo que respecta a la consecución de los objetivos. (2)

Los principales beneficios de la dirección por objetivos son:

  • Mejora la asignación de los recursos.
  • Mejora la gestión de los recursos.
  • Mejora la asignación de responsabilidades.
  • Mejora la comunicación dentro de la empresa.
  • Mejora la motivación del personal.
  • Mejora el control de gestión.
  • Mejora los resultados. (2)

Según Peter F. Drucker la dirección por objetivos (DPO) es una filosofía de gestión empresarial que sostiene que «los objetivos son necesarios en cualquier área donde el desempeño y los resultados afecten de modo directo y vital a la supervivencia y a la prosperidad de la empresa».

La dirección por objetivos supone llevar como base de funcionamiento el trabajo en equipo, la coordinación de funciones y la suma de voluntades de las distintas personas que conforman la organización. (3)

La implementación de la dirección por objetivos no está exenta de dificultades. Estas dificultades tienen su fundamentación de manera principal en el desconocimiento de la organización que a menudo poseen los directivos que pretenden la dirección por objetivos. (3)

Según el Gobierno de Canarias (véase gráfico anterior) (4), para unas correctas habilidades directivas en la gestión de las DPO se debe ser:

  • Líder carismático y motivador, a la par que creativo
  • Tener grandes habilidades de comunicación y de negociación
  • Manejar la inteligencia emocional: con confianza y empatía
  • Saber transmitir experiencias y conocimientos, adapatando los cambios
  • Íntegro y honrado

Por todo ello la DPO es un sistema de dirección en el que los objetivos específicos se planifican de forma conjunta entre trabajadores y directivos y se revisan periódicamente para observar su progreso. De esta forma los trabajadores participan en la fijación de sus propios objetivos y conocen los factores que se utilizan para valorar su rendimiento, con el consiguiente efecto motivador. (5)

REFLEXIONES A CONSIDERAR

  • ¿Participas en tu centro de trabajo en la fijación de objetivos?
  • ¿Se efectúa seguimiento?
  • ¿Los objetivos que debes cumplir reflejan tu trabajo?
  • ¿Estás de acuerdo con la DPO de tu centro?
  • ¿La DPO la ves como elemento motivador o penalizador?

Un buen debate puede salir a partir de aquí… os esperamos!!

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